a veces

NOTA: Debo decir que me percibía de esa forma antes de recibir a Cristo como mi Señor y mi Salvador. Tenía muy baja autoestima, era tan insegura... aunque yo creía que era lo contrario.

Ahora mi vida está llena de paz, gozo y plenitud. Me siento completa, amada, aceptada porque Cristo vive en mi. Pronto publicaré un escrito hablando de esto y podrán notar lo poderoso que es el amor de Dios para dar Vida y transformar a Sus hijos. 

a veces, quiero ser

más divertida,

menos rara,

más comprendida

a veces, quiero ser

más atractiva,

menos descuidada,

más querida

a veces, quiero ser
más sensata, 
menos ingenua,
más capaz

a veces, quiero ser

otra cosa diferente

no lo mismo, de siempre

porque, a veces,

sólo a veces,
me siento aburrida
e incómoda conmigo

y por instantes,

quiero ser

algo que no soy,

ni jamás seré

a veces, olvido

que las relaciones interpersonales                

existen por alguna conexión y/o atracción

de personalidades, de mentalidades

aunque, en realidad,

cada uno nació

distinto al otro,

en tantos aspectos…

a veces, olvido

que tú y yo no nos parecemos,

dudo de si debería
existir la comparación

a veces, olvido 

que no es necesario aparentar mentiras,

ni cometer ese pecado

de menospreciarnos

a veces, olvido

que me enseñé

a no prestarle atención

a lo dañino

pero, cuando lo recuerdo

vuelvo a ser yo,

a amarme tal cual soy

vuelvo a reflexionar:
a separar lo importante
de lo insignificante

así que sí, a veces,
sólo a veces,

quisiera no ser yo,

sin embargo, gracias a mi Dios,

es bastante  raro cuando eso

aparece en mi mente

y ahí se encuentra

la prueba de mi crecimiento personal

estoy consciente de mi valor,

porque nadie es como yo

con mis principios,

mis opiniones
y mis pasiones, 
soy verdaderamente feliz

y ahí se encuentra

la belleza de ser,

de vivir,

de existir

desde que tengo uso de razón,

con cada experiencia,

he cambiado de mentalidad tantas veces…

espero seguir aprendiendo, a mi manera

porque me hago más fuerte y sabia

me entrego cada vez más

a la sencillez, a la gratitud,

a la libertad

creo, profundamente,

que esas tres capacidades son mis pilares,

y que en ellas

encontraré el momento

en donde, algún día,

ese “a veces” tan despectivo,

ya no vuelva a estar.

Nao.